Hay evidencias que explican que reduce el dolor y las fatigas postoperatorias
Si se piensa en la figura de un hipnotizador es fácil que aparezca la imagen de una especie de mago con una capa (quizás también un turbante) subido a un escenario, con ojos de loco y un reloj de bolsillo en la mano.
La incredulidad es un sentimiento habitual cuando se presencia una sesión de hipnosis. Lo cual es completamente normal. David Spiegel, profesor de psiquiatría en Stanford, opina que “el problema de las personas está en que no saben realmente cómo funciona”.
El New York Times señaló en uno de sus artículos que “los científicos han tenido, en muchas ocasiones, la duda de si el estado hipnótico es neurofisiológico o simplemente un producto de las expectativas de una persona hipnotizada”. En ese mismo ensayo se encargan de acreditar que “un escáner del cerebro demuestra que no se trata de nuestra imaginación”.
En un estudio publicado en la revista Cerebral Cortex, Spiegel y sus compañeros de investigación identificaron muchas diferencias entre un cerebro que se encuentra hipnotizado y aquel que es plenamente consciente. “Para poder demostrar esto se utilizaron máquinas de IRM (Imagen por resonancia magnética) y se analizaron 57 personas que experimentaron la hipnosis”.
Lo más relevante del estudio es que 36 de las personas analizadas“creían posible llegar a ser hipnotizadas”. El análisis reveló, según Spiegel, que “las partes del cerebro relacionadas con la atención, el control de los impulsos y la conciencia del cuerpo y el entorno, se encontraban más activas en las personas hipnotizadas y predispuestas a la hipnotización que en aquellas que no lo estaban”.
Asimismo “los cerebros propensos a la hipnosis tenían mayor actividad entre las regiones profundas, aquellas que están relacionadas con la autorreflexión y el sueño y con la planificación o la ejecución de tareas”. El escáner mostraba diferentes tipos de actividad según el tiempo que llevaban las personas bajo el estado hipnótico.
Las partes del cerebro relacionadas con la atención y el control de los impulsos se encontraban más activas en personas hipnotizadas”
DAVID SPIEGEL
Profesor de psiquiatría en la Universidad de Stanford
Spiegel concluye explicando que “la hipnosis ha conseguido, en algunos casos, que las personas dejen de fumar o incluso dentro de tratamientos psicológicos, que recuerden aspectos de su pasado que estaban bloqueados”. Asimismo, comenta que “las personas hipnotizadas abandonan la terquedad y se muestran más abiertos a realizar o creer cosas que en su estado conscientes jamás considerarían”.